lunes, 20 de diciembre de 2010

HISTÓRICO SISTEMA HIDRAÚLICO DE IZÚCAR DE MATAMOROS


A la llegada de los conquistadores a Itzocan, una de las cosas que llamó más la atención a Hernán Cortés fue la cantidad de acequias tan bien trazadas y distribuidas por todo el pueblo, las cuales se surten de agua del río Nexapa, conduciéndola para el uso doméstico, para el riego de sus huertas y campos de cultivo. La mayoría de estas acequias son prehispánicas, solamente una fue construida en la época de la colonia, en el año de 1553, siendo Corregidor de Izúcar don Francisco Díaz de Vargas y Villerino.

La mencionada acequia inicia su tramo dentro de la ciudad del lado oriente de las casas de las calles de Zaragoza, continua por Ayuntamiento y subterráneamente atraviesa la calle Independencia para salir al costado oriente del atrio del exconvento de Santo Domingo de Guzmán.

Esta agua fue donación de las autoridades del pueblo de Tatetla para surtir de tan preciado líquido al monasterio dominico que no contaba con agua, antes de la fecha señalada, con la condición de que los naturales de Izúcar construyeran la acequia y un partidor donde ellos lo creyeran conveniente.

Debido a la privilegiada posición geográfica en que se encuentra Izúcar de Matamoros, la ciudad fue construida sobre un declive de norte a sur; tiene siglos que por gravedad se conduce el agua por las acequias, que se surten del río Nexapa para regar sus huertas y campos de cultivo.

En el siglo XIX las autoridades de Izúcar construyeron seis ARCAS, para surtir de agua a la ciudad. Dichas arcas las edificaron aparentemente en línea de norte a sur, la primera arca se encuentra donde se inició el acueducto (hoy puente los arcos).

La segunda arca se encontraba enfrente del lado Oriente de la Gasolinera de Los Pinos, se ignora como se esfumó esta arca. La tercera arca de agua se encuentra en la esquina del atrio del Templo de Santiaguito. La cuarta esta junto a la famosa Pila de agua la “Conchita” en la Avenida Centenario. La quinta arca se encuentra en la esquina de Avenida Centenario y Plaza de la Constitución y por tubería llegaba a la Fuente Central Municipal, para distribuirla a los diferentes rumbos de las casas de la ciudad. Finalmente la sexta arca de agua está en la esquina de la Plaza de la Constitución y la calle Francisco I. Madero.
Desde su construcción estas arcas se surtían del río Nexapa, su misión era de almacenar asentar y distribuir el agua, para continuar con el mismo procedimiento a las demás arcas, para finalmente llegar a las diferentes fuentes municipales y distribuir el agua por toda la ciudad. Por bastante tiempo Izúcar consumió agua del río, para el uso doméstico.

En la mayoría de las casas de la ciudad, se contaba con un filtro de piedra con la forma de un barquillo, los cuales eran colocados en los muebles de madera llamados “FORMEROS”, se colocaba una olla de barro para recibir el agua filtrada la cual siempre estaba fresca y cristalina.

El 20 de noviembre de 1934, fecha inolvidable para los izucarenses, la Honorable Junta de Mejoras Materiales de Izúcar, siendo Presidente de la misma el Sr. Porfirio García, don Rafael Cruz S. Secretario, se introdujo el agua potable a la ciudad. Por lo tanto durante algún tiempo Izúcar de Matamoros siguió consumiendo agua del río, además de agua potable, la del rio en algunas partes de la ciudad aun llega por gravedad y continúan regando sus huertas y campos de cultivo.

En Izúcar de Matamoros desde el inicio de la época colonial, los siete barrios Orientales, cuentan con el famoso Libro de Aguas, donde están asentados la dotación de agua que le corresponde a cada barrio, como También los siete Barrios Occidentales tienen su libro de aguas, donde el representante de dichos barrios lleva el control, únicamente hay que tener presente que los barrios occidentales por bastantes años no contaban con agua rodante ,la tuvieron después de que se hizo la acequia colonial antes mencionada ,como también los 7 barrios orientales, cuentan con su representante de aguas ,continuamente la gente de los barrios orientales hacen la limpieza de sus acequias y los barrios occidentales de la misma forma limpian las suyas, esto se efectúa desde la época prehispánica. Que ya era una tradición que se realizaba en el XII mes del calendario azteca XIUHUITL, cuya festividad la denominaban”OCHPANIZTLI, días de barrer las calles y calzadas, y la de hacer limpieza de templos, casas, baños (temascales), acequias y ríos.
Finalmente recordando esos felices días, en ese tiempo, la cita de la juventud y toda la gente era ir a nadar al famoso rio Nexapa, había cuatro posas adonde nos echábamos clavados; la primera posa se encontraba en el rio, a la altura de la calle Abasolo, la segunda a la altura de la calle Aldama, la tercera a la altura de la calle Allende y la cuarta a espaldas del antiguo Teatro Matamoros hoy Auditorio, la tercera y la cuarta eran las posas mas hondas. En esos felices tiempos no había distinción de clases, todo mundo se bañaba, en la posa que el quería; inclusive también se iban a bañar las chicas de los centros nocturnos.


CRONISTA E HISTORIADOR.

Manuel Sánchez Cruz